- DEFINICIÓN.
La ciencia moderna, tal y como la conocemos hoy en día, comenzó a desarrollarse en el siglo XVII, tras la revolución científica. En esa época surgió una nueva forma de estudiar la naturaleza, basada en la experiencia y en la utilización de las matemáticas. Los científicos modernos rechazaban los argumentos de autoridad que habían sido aceptados durante siglos. Para ellos, el conocimiento debía basarse en la observación y la medición.
La ciencia es una actividad investigadora que se basa en la observación y en la experiencia para producir conocimiento.
OBJETIVOS.
Todas las ciencias persiguen objetivos teóricos o especulativos (conocer las cosas) y objetivos prácticos (actuar de alguna manera sobre la realidad para obtener una cierta utilidad). Un físico, por ejemplo, investiga cuáles son y cómo interactúan las partículas subatómicas y hace descubrimientos que se aplican inmediatamente para obtener energía.
Aunque hay ciencias más teóricas y otras en las que predomina el aspecto práctico, en todas hay una retroalimentación entre teoría y aplicación práctica: los conocimientos constituyen la base para actuar sobre las cosas en nuestro beneficio, y los problemas prácticos impulsan la búsqueda de nuevos conocimientos.
- CLASES DE CIENCIAS.
Si se toma como criterio de clasificación el objeto o asunto del que tratan las distintas ciencias, se pueden agrupar en dos grandes clases: ciencias formales y ciencias empíricas, que a su vez, se subdividen en ciencias de la naturaleza y ciencias humanas.
3.1. Ciencias formales.
Son la matemática y la lógica. Son sistemas de conocimientos racionales, exactos y coherentes que se ocupan de procesos mentales lógicos y matemáticos. Sus objetos son formas vacías de contenido que se pueden rellenar en cada situación con elementos distintos.
Por ejemplo, la fórmula 3+9= 12 en sí misma carece de contenido, pero se puede usar para sumar manzanas, amistades o casas.
3.2. Ciencias empíricas.
Explican hechos y procesos de la realidad. Además de racionales, sistemáticas y coherentes, tienen que ser:
*Objetivas. Se ocupan de hechos y procesos de la naturaleza y de la humanidad para determinar las causas que los originan, las leyes que los rigen y los efectos que producen.
*Explicativas. Son explicativas porque formulan leyes generales que regulan los hechos que pertenecen a un determinado campo de la realidad. Cuando varias leyes que se refieren a un mismo campo constituyen un todo coherente, forman una teoría.
*Predictivas. La predicción científica consiste en anunciar cómo o cuándo ocurrirán ciertos hechos si se cumplen determinadas circunstancias.
*Contrastables. Es necesario confrontar con la experiencia las consecuencias deducidas de hipótesis o leyes generales. Este procedimiento se realiza a través de la observación directa y de la experimentación.
- LOS MÉTODOS DE LA CIENCIA.
Desde el siglo XVII la cuestión del método ocupa un lugar destacado en la filosofía de la ciencia. Se han propuesto diferentes alternativas, e incluso, ya en el siglo XX, se ha llegado a negar la necesidad y la eficacia del método.
Podemos citar los siguientes métodos científicos:
- a) Método inductivo. Es aquel que parte de la observación de los hechos de experiencia y su clasificación, estudio y comparación hasta llegar al establecimiento de una generalización a partir de los datos previamente analizados.
- b) Método deductivo. Es el método común de las ciencias formales: las matemáticas y la lógica, pero también lo usan las ciencias empíricas en la fase de inferencia de consecuencias (la inferencia consiste en derivar conclusiones a partir de datos o premisas que se dan de antemano).
La lógica nos garantiza que de premisas verdaderas nunca se sigue una conclusión falsa. Es un método puramente lógico y no necesita recurrir a la experimentación ni a la observación.
- c) Método hipotético-deductivo. Es el método propio de las ciencias empíricas.
Galileo Galilei formuló el método hipotético-deductivo, que se impuso como método propio de las ciencias empíricas desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Está dividido en tres etapas que son las siguientes:
*Resolución. Consiste en descubrir y analizar un problema a partir de la observación de algún hecho o algunos fenómenos de los que no tenemos explicación.
*Composición. Se formula una hipótesis que explique el problema analizado y se derivan consecuencias de esta.
*Comprobación empírica. Se trata de contrastar con los hechos las consecuencias derivadas de la hipótesis formulada. Si después del proceso la hipótesis elaborada se verifica, se convierte en ley, y, si no se verifica, se reemplaza con otra.
- d) Método hermenéutico. El comportamiento humano es el objeto propio de las ciencias humanas. Pero el comportamiento humano no es como los hechos de la naturaleza, sino que tiene características específicas, como la motivación y la intencionalidad. Estas peculiaridades llevan a algunos autores a reclamar un método que no se ocupa solo de explicar, sino también de entender y comprender.
Este es el método hermenéutico, que se define como el arte de interpretar y comprender los actos humanos cuando no está claro el sentido de estos.
- LA ESTRUCTURA DE LA CIENCIA.
En el campo de las ciencias naturales, el método científico ha permitido organizar nuestros conocimientos de forma ordenada. Las ciencias de la naturaleza nos ofrecen modelos explicativos integrados por leyes, teorías y paradigmas. Teniendo en cuenta su gran relevancia, es importante que aprendamos los siguientes términos:
La ciencia se ocupa de estudiar hechos. Un hecho es un acontecimiento que podemos observar y registrar.
En el campo de las ciencias naturales, los hechos además pueden medirse cuantitativamente. Los científicos tratan de explicar los hechos buscando regularidades y patrones fijos en la naturaleza. Por ejemplo, si yo observo que los objetos que suelto caen verticalmente hacia el suelo, me encontraría ante un hecho.
Una ley científica es la expresión de una regularidad en los acontecimientos naturales.
Las leyes relacionan varios hechos o fenómenos entre sí, a menudo mediante fórmulas matemáticas. Un ejemplo podría ser la ley de la gravedad, que permite explicar por qué cerca de la superficie terrestre los objetos caen verticalmente hacia el suelo.
Una teoría científica articula diferentes leyes, hechos y observaciones registradas en un ámbito concreto de la naturaleza.
Las teorías científicas ofrecen visiones generales y coherentes sobre un campo determinado. Un ejemplo de teoría científica sería la mecánica newtoniana, que incluye de forma coherente diversas leyes, como la ley de la gravitación o las tres leyes del movimiento de Newton. La mecánica newtoniana permite explicar con gran precisión tanto el movimiento de una piedra en la superficie terrestre como las trayectorias de la Luna y los planetas.
Un paradigma científico es un conjunto de diversas teorías relacionadas entre sí que permiten explicar globalmente la realidad.
Los paradigmas son sistemas integrados de conocimientos, creencias, interpretaciones y métodos de trabajo, dentro de los cuales se desarrolla el trabajo de los científicos en una época determinadas. La mecánica newtoniana es una teoría que forma parte del paradigma de la física clásica. Además de la mecánica de Newton, la física clásica incluye otras teorías, como las que explican los fenómenos eléctricos y magnéticos.
Los paradigmas científicos actúan como un marco explicativo de la realidad. Cada paradigma está asociado a una cosmovisión o interpretación del mundo característica. Con el paso del tiempo un paradigma puede ser sustituido por otro, lo cual implica un cambio completo en la visión de la realidad y en la forma de hacer ciencia. Por eso es posible distinguir diferentes cosmovisiones, que se corresponden con los distintos paradigmas que se han ido sucediendo a lo largo de la historia.
- FILOSOFÍA DE LA CIENCIA.
6.1 El inductivismo.
6.1.1. La ciencia y la inducción.
Los filósofos siempre han mostrado un gran interés por las cuestiones relacionadas con el saber.
A partir de la revolución científica de los siglos XVI y XVII, el conocimiento y la ciencia se convirtieron en una parte central de la investigación filosófica. En esa época, los extraordinarios avances logrados por las ciencias fueron a menudo interpretados con un enfoque inductivista.
El inductivismo afirma que la ciencia se construye mediante razonamientos que, partiendo de los casos particulares dados por la experiencia, tratan de obtener conclusiones aplicando la generalización.
El inductivismo ha tenido muchos partidarios desde los inicios de la ciencia moderna. Uno de los más influyentes fue Francis Bacon, a comienzos del siglo XVII. En el siglo XIX, el filósofo John Stuart Mill defendió también el inductivismo como procedimiento básico para el avance de las ciencias.
Los inductivistas, al igual que los empiristas, creen que la ciencia comienza con la experiencia. La observación experimental nos permite elaborar enunciados particulares sobre los hechos que percibimos.
Tratemos de aclarar esto con un ejemplo. Para estudiar cómo se mueven los objetos en la superficie terrestre, un inductivista comenzará por realizar observaciones. Dejando caer distintos objetos en distintas circunstancias se pueden hacer afirmaciones particulares sobre los fenómenos observados. Una de estas afirmaciones podría ser: “Al soltar una piedra de dos kilos, hemos observado que desciende con una aceleración constante”. Luego, al repetir la experiencia con una bola metálica más pesada, podríamos afirmar: “Al soltar una esfera metálica de diez kilos, observamos que cae con una aceleración constante”.
Un buen inductivista repetiría el mismo experimento con muchos tipos de objetos, de diferentes formas, tamaños y masas, para ver qué es lo que ocurre en cada caso. Finalmente, después de llevar a cabo la experiencia muchas veces y comprobar que el resultado siempre es el mismo, el inductivista pasaría a generalizar sus conclusiones. El enunciado universal obtenido por generalización sería: “Todos los objetos que se sueltan en la superficie terrestre caen con la misma aceleración”.
6.1.2. Las críticas al inductivismo.
¿Es el inductivismo una descripción satisfactoria del modo en que funciona la ciencia? Muchos filósofos creen que no. Aunque su planteamiento básico resulta fácil de comprender, resulta muy difícil justificar adecuadamente el proceso de generalización.
¿Cuántas veces habría que repetir el experimento para que las conclusiones sean verdaderamente universales? ¿Diez? ¿Cien? ¿Mil? Desde luego, no podemos repetirlo infinitamente, en algún momento debemos detener el proceso. ¿Pero podemos estar seguros de que no nos hemos olvidado justamente del caso que es la excepción a la regla?
Esta dificultad, que se conoce como “el problema de la inducción”, ha impulsado a muchos filósofos a buscar interpretaciones alternativas para explicar cómo funciona la ciencia.
6.2. El falsacionismo.
6.2.1. Una forma de delimitar qué es ciencia.
El falsacionismo es una teoría epistemológica propuesta por K. Popper a mediados del siglo XX. Antes de Popper, se creía que la ciencia avanzaba cuando conseguía verificar alguna afirmación, convirtiéndola en una ley. Sin embargo, Popper rechazó con contundencia esta interpretación inductivista.
Según Popper, nunca podemos estar seguros de que una generalización es completamente cierta, porque abarca un número infinito de casos.
Durante muchos años se creyó que los cisnes solo podían ser blancos, porque todos los cisnes que se habían observado a lo largo de la historia tenían ese color. La afirmación “todos los cisnes son blancos” parecía claramente verificada. Sin embargo, a finales del siglo XVII una expedición holandesa descubrió que en Australia existían cisnes negros. Esto demuestra, según Popper, que las afirmaciones de la ciencia jamás pueden verificarse por completo.
Si la ciencia no avanza mediante la verificación, ¿cómo consigue elaborar sus leyes? Popper creía que los enunciados científicos solo tienen una validez provisional. Una ley científica hace afirmaciones que podemos aceptar temporalmente mientras no hayan sido contradichas por la experiencia. Desde este punto de vista, la frase “todos los cisnes son blancos” resultó ser válida durante un tiempo, pero dejó de serlo cuando se descubrieron cisnes negros.
6.2.2. Los experimentos y la falsación.
El planteamiento de Popper permite establecer un criterio para decidir si una afirmación es científica o no. La ciencia propone enunciados que pueden ser sometidos a experimentos.
Según Popper, los experimentos no pueden nunca verificar completamente una afirmación, pero sí que la pueden falsar demostrando que no es cierta.
Un cierto campo del saber es una ciencia cuando produce afirmaciones falsables, es decir, que pueden someterse a este tipo de prueba. Las ciencias más fiables son las que contienen muchas afirmaciones que todavía no han podido ser falsadas, a pesar de haberlas sometido numerosas veces a la prueba experimental.
6.3. La teoría de los paradigmas.
6.3.1. Las limitaciones del falsacionismo.
Aunque el falsacionismo resuelve muchos de los problemas del inductivismo, sus críticos afirman que la ciencia en realidad no funciona de acuerdo con el modelo de Popper. Se pueden encontrar muchos ejemplos en la historia de la ciencia de afirmaciones científicas que siguen siendo aceptadas después de que un experimento las haya falsado.
Por ejemplo, al realizar medicines precisas sobre el movimiento de los planetas, los astrónomos comprobaron a finales del siglo XIX que había discrepancias entre las predicciones de la física newtoniana y los datos observacionales. Al parecer, el planeta Mercurio no se comportaba como indicaban las leyes de la física clásica que eran generalmente aceptadas en esa época.
De acuerdo con el falsacionismo, este hecho debería haber obligado a los físicos a revisar las leyes de Newton. Sin embargo, los grandes éxitos de la ciencia newtoniana resultaban difíciles de cuestionar, así que los científicos no prestaron demasiada atención a estas anomalías. Por esta razón, parece que la interpretación popperiana de la ciencia no se ajusta a la realidad histórica. De hecho, las anomalías del movimiento de Mercurio solo pudieron ser explicadas años después, en el marco de una cosmovisión nueva o con ayuda de la teoría de la relatividad.
6.3.2. El concepto de paradigma.
La propuesta epistemológica de Kuhn trata de tener en cuenta el modo en que la ciencia ha ido evolucionando en la historia. Según Kuhn, el falsacionismo es incapaz de explicar los grandes cambios que se han producido en las ciencias a lo largo del tiempo.
Kuhn elaboró una teoría alternativa al falsacionismo, introduciendo el concepto de paradigma científico.
Según Kuhn, los científicos que trabajan en un determinado momento histórico comparten una misma visión del mundo. Esta visión incluye una perspectiva sobre los problemas que hay que investigar, los métodos que pueden emplearse para hacerlo y las ideas fundamentales de las que se debe partir. Esto es lo que Kuhn denomina un paradigma científico.
6.3.3. Ciencia normal y ciencia revolucionaria.
Kuhn cree que la mayor parte del tiempo los científicos se dedican a producir un conocimiento mientras trabajan en un paradigma compartido. Estas son las etapas de ciencia normal.
Sin embargo, a veces se dan anomalías cuya solución no es fácil de encontrar dentro del marco teórico del paradigma establecido. En esos casos pueden aparecer científicos originales y atrevidos, que intentan vencer las dificultades, saliéndose del paradigma tradicional. Esos son los momentos de ciencia revolucionaria, en los que las antiguas teorías son rechazadas porque aparecen ideas nuevas que desafían las creencias anteriores.
El ejemplo de la cosmovisión aristotélica puede servirnos para ilustrar en qué consiste un paradigma. Como sabemos, Aristóteles propuso en su filosofía una visión geocéntrica, heterogénea y teleológica del universo. Esta interpretación estuvo en vigor durante casi dos mil años. No en vano, el paradigma aristotélico ofrecía una explicación consistente de la realidad y permitía calcular con bastante precisión algunos fenómenos astronómicos como los eclipses. Los investigadores que aceptaban la cosmovisión aristotélica para desarrollar su trabajo estaban realizando lo que Kuhn denomina ciencia normal.
Con el paso del tiempo el paradigma geocéntrico empezó a tener problemas. Los cálculos para determinar la posición de los planetas mostraban errores. Las predicciones astronómicas no eran precisas. La invención del telescopio mostró que el universo no era como Aristóteles había imaginado.
Entonces algunos científicos propusieron una teoría alternativa, basada en el heliocentrismo. Ese fue el comienzo de una revolución científica, que marcó el cambio de paradigma hacia la ciencia moderna.
Según Kuhn, la ciencia revolucionaria aparece cuando algunos científicos se separan del paradigma establecido y proponen una visión diferente, novedosa e incompatible con la cosmovisión anterior.
La diferencia que existe entre el paradigma antiguo y el nuevo hace que ambas visiones de la realidad se excluyan mutuamente. La mayoría de los partidarios del viejo paradigma son incapaces de entender las propuestas del nuevo, porque estas dos interpretaciones del mundo son inconmensurables.
- EL PROBLEMA DE LA OBJETIVIDAD.
A menudo uno de los atributos que se aplica al conocimiento científico señala su condición de ser un conocimiento objetivo, es decir, un conocimiento verdadero cuya validez queda demostrada al margen de las creencias o intereses particulares de los científicos que trabajan en dicho campo. Sin embargo, si estudiamos un poco de historia de la ciencia y analizando las reflexiones aportadas por algunos filósofos contemporáneos, vemos que se han ido cuestionando la presunta objetividad de las mismas, así como su pretensión de alcanzar la verdad.
Recientemente han proliferado los estudios de sociología de la ciencia, disciplina en la que destaca el británico Steve Woolgar
. En su obra Abriendo la caja negra se propone cuestionar la pretendida objetividad científica, aludiendo al hecho de que la ciencia no es una actividad humana que se desarrolle al margen de la influencia del resto de instituciones de la sociedad. Según Woolgar, no se trata solo de que la ciencia se vea influida por su contexto histórico o social sino que el asunto va mucho más allá.
Dado que cada vez es más cara la investigación científica y se depende de grandes inversores públicos o privados para costear la tecnología e instalaciones necesarias, ¿hasta qué punto las convicciones ideológicas, los intereses económicos o las motivaciones geoestratégicas de los gobiernos y las empresas privadas que pagan los programas de investigación no acaban interfiriendo en la dirección toma la ciencia, e incluso en qué teorías obtienen reconocimiento y cuáles no? Woolgar afirma que dicha interferencia ha estado presente en todas las épocas y sigue existiendo en la actualidad.
- ACTIVIDADES.
8.1. El horóscopo y otras pseudociencias.
En el periódico podemos leer las predicciones de los horóscopos, que podrían servir para cualquier signo del zodíaco y para cualquier momento. Es una información, una predicción del futuro, basada en la posición relativa de los astros en el sistema solar. Su pretensión científica se basa en la influencia de la radiación planetaria en los genes y en el carácter de las personas.
El horóscopo es una de las múltiples formas de adivinación del futuro, como las líneas de la mano, la bola de cristal, el tarot, etc. Existen también otras muchas prácticas que pretender contactar con el “más allá” como son la magia, los hechizos, los contactos extraterrestres, las apariciones y demás fenómenos parapsicológicos y ciencias ocultas. Todos ellos son tan antiguos como la curiosidad, el miedo y la credulidad.
Si observamos de cerca un horóscopo, encontraremos enseguida profundas diferencias con la ciencia. Y también con el valor antropológico que se da a la religión desde la filosofía. Mario Bunge establece una distinción muy clara entre el proceder científico y el pseudocientífico. La pseudociencia invoca entes inaccesibles a la observación empírica, no somete sus especulaciones a contrastación, no cambia sus principios cuando fallan o ante nuevos hallazgos, y no es el resultado de un trabajoso proceso de análisis y matematización.
La lógica de las “mancias” o pseudociencias incurre en falacias. Citemos como ejemplo las predicciones vagas, que son tan imprecisas y frecuentes que se dan siempre (“En algún momento te sentirás feliz junto a los tuyos”) y también la predicción múltiple, que alguna vez ha de acertar (“Serás feliz”, “Tendrás amor”, “Ganarás dinero”, etc.).
Los psicólogos y los sociólogos insisten, por otro lado, en la función ilusoria y de sustitución que cumplen estas “mancias” ante la sensación de vacío e inseguridad de la sociedad contemporánea. La mentalidad postmoderna ha roto con los grandes sistemas políticos y religiosos, dejando un vacío ideológico que permite el resurgir de estas pseudociencias.
- Consulta tu signo del zodíaco en el horóscopo publicado en algún periódico o revista, señala aquellas predicciones que sean falaces y di por qué lo son.
- ¿Qué valor cognoscitivo le das al horóscopo: ignorancia, saber, opinión, creencia, ciencia? Razona tu respuesta.
- ¿Hay alguna relación entre la mentalidad de una época y el incremento de los fenómenos adivinatorios y mágicos? ¿Qué situaciones los favorecen?
- Enumera las razones de la ciencia para rechazar la adivinación y el contacto con el “más allá”.
8.2. Imagina que tienes los conocimientos técnicos suficientes como para poder diseñar un robot a tu gusto y después producirlo en cadena. Redacta un texto que dé respuesta a las cuestiones siguientes:
- a) ¿Qué tipo de robot diseñarías y por qué?
- b) ¿Por qué crees que los investigadores están empeñados en construir robots que se parezcan al ser humano?
- c) En el caso de poder construir robots similares a los humanos, ¿qué elementos crees que serían los más complicados de cara a su construcción?
8.3. Busca y analiza fragmentos de textos breves y significativos de pensadores como Aristóteles, Popper, Kuhn, Russell, Chalmers, entre otros, sobre el saber científico.
FUENTES:
- VV. Filosofía 1. Bachillerato. Editorial Edebé. Barcelona. 2015.
- VV. 1 Filosofía. Editorial Casals. Barcelona. 2015.
- Prestel Alfonso. FIL Filosofía. Editorial Vicens Vives.2015.
- VV. Filosofía. 1 bachillerato. Editorial SM. 2015)
AA.VV. Filosofía. 1º bachillerato Editorial Mc Graw Hill. Madrid. 2019
AA.VV. Filosofía y Ciudadanía. Editorial Anaya. Madrid. 2008)